Hay momentos en la vida en que nos encontramos en una encrucijada, debemos decidir hacia dónde guiaremos nuestras vidas.
¿qué se debe hacer cuando deseaste con desenfreno y locura cosas que por ley de Murphy llegan al mismo tiempo y parecen instalarse en nuestras vidas?
Cuanto tiempo invertimos en ver lo pros y los contras, comparando y contrastando hasta que nos hartamos de pensar y optamos q sería lo que el hado y el corazón quienes dictaminarían que quien o lo que fuera para nosotros ahi estaría y su interés despertaría en nosotros a aquel abandonado corazón que dejó una maravilla desembocada en traición...
Pensamos: "Quizá porque está cerca me hace dudar, quizá porque no puedo apartar de mi mente el recuerdo de aquella mirada intensa que seduce sin palabras o bien lo hace con palabras poco usuales y no familiares para el mundo occidental." Trayendo el recuerdo de algo o mejor dicho alguien en este caso quien no contemplábamos en un momento dado como una opción viable hasta que decidió permanecer en nuestras vidas. Pero si ahí quedara todo la decisión sería mucho más sencilla.
Por otra parte tenemos a un ente que ha permanecido presente en nuestra existencia los últimos 3 años ( o quizá mas) de manera esporádica pero efectiva, quien de pronto nos roba el aliento y de vez en vez olvidamos o mínimo el interés se reduce porque mucha miel hace diabético a cualquiera.
Pero que nos afecta mas el hecho de no saber y de tener dos velas prendidas esperando que una se apague ayudándonos a decidir o el hecho que nos encanta el permanecer así, por masoquistas, por falta de practicidad o simplemente porque nos aterra y al mismo nos atrae lo desconocido por prohibitivo y tentador.